lunes, 6 de febrero de 2012

Entrevista a Marcelo di Marco.

El escritor argentino Marcelo di Marco responde a una entrevista sobre su primer novela recientemente publicada, Victoria entre las sombras.








1) EN PRIMER LUGAR ¿QUÉ LO MOTIVO A ESCRIBIR SU PRIMER NOVELA?






Quería escribir una historia de largo aliento, libre de las fronteras que el cuento exige. Fue todo un desafío. No sabía sobre qué escribir. Y tampoco sabía que me estaba esperando, muy adentro de la mazmorra que todo escritor de horror lleva sepultada en la zona más oscura su mente, una historia de sencilla apariencia pero que me demandó nada menos que catorce años de trabajo.






2) ¿QUÉ DIFERENCIAS ENCONTRO ENTRE ESCRIBIR UNA NOVELA Y UN CUENTO? ¿CUÁL FUE EL MAYOR PROBLEMA A LA HORA DE ORGANIZARSE? 




En mi perfil de narrador, de ser cuentista tuve que pasar el switch a la novela. Venía de disparar sobre blancos selectos, armado con una carabina de alta precisión, y ahora me tocó tirar perdigonadas con una bruta escopeta. Y la escopeta patea mucho: si la agarraste mal, la culata te puede sacar el hombro. En la escritura de una novela van apareciendo problemas de ritmo y de distribución de la información, incompatibles con el temperamento del cuentista. La diferencia entre escribir cuento y escribir novela es que la novela le facilita al escritor una libertad de movimientos impredecible. Pero ojo: la novela otorga una libertad responsable, para que uno no caiga en la anarquía, que muchas veces se confunde con la libertad. El cuento es mucho más riguroso. El cuento implota, en tanto que la novela explota. Es un árbol cuyas ramificaciones se pierden en el cielo. Siguiendo con esa comparación botánica, el cuento vendría a ser un fruto, una flor. Como vemos, si bien los narradores procuran contar una historia memorable, las cabezas del cuentista y del novelista son absolutamente distintas. Ojo: al decir “narradores” hablo de aquellos cuentistas y novelistas enamorados de su oficio. No me refiero a esos pelafustanes a quienes el lector les importa un pito y que “confiesan” que ya no hay nada para contar o que condescienden a explicarte que armar un buen argumento o buenos personajes no cuesta mucho. A ellos no les costará mucho, a juzgar por los resultados: en sus novelas y sus relatos no hay historia, y sus personajes son de cartón. Y, si no hay historia ni personajes, tampoco habrá novela ni habrá cuento. Y, por ende, tampoco habrá lectores. ¿Qué hay, entonces? Apenas una autocomplaciente mirada al ombligo o un empecinado lustre de la estatua propia. Y de la estatua ajena, por supuesto, deporte que se practica en los medios afines a esa tribu de “elegidos” y que está basado en aquello de que “una mano lava a la otra”. Un autobombo mutuo, que solo resuena en la cabeza de un puñado de nerds.



3) ESCRIBIR UNA NOVELA LLEVA MUCHO TIEMPO ¿CÓMO ORGANIZÓ EL TIEMPO? 




Victoria entre las sombras fue escrita a los ponchazos, aprovechando sandwichitos de tiempo a lo largo de más de una década. Pasar de la cabeza cuentista a la novelista me costó terriblemente y me daba muchísima pereza —pecado capital que aborrezco—. Pero el lector está antes que la comodidad de uno. Aparte, la historia me iba imponiendo enigmas que tardé en resolver. Entre el final del capítulo 14 y el comienzo del capítulo 15, por ejemplo, mediaron tres años en los que me dediqué a otra cosa, sin saber cómo seguir y sin ganas de hacerlo. La verdad, escribir mi primera novela fue meterme en camisa de once varas. Esto puede parecer una mentira o un rasgo de esnobismo, si uno piensa en que Vels propone una lectura vertiginosa que atrapa desde el primer párrafo y parte hacia el final como un tren bala, a juzgar por lo que público y crítica dicen de ella. Pero es así como me sentí realmente. Demasiada libertad puede llevarnos a no saber qué hacer con ella y cómo organizar el tiempo. La novela te pide un culo dispuesto a quedarse chato a base de una constante perseverancia. Eso sí: una vez que supe para dónde disparaba mi historia, ahí me regimenté: todos los martes me dedicaba a ella durante las horas que fuesen necesarias, y al final del día les leía a Nomi, mi esposa, y a mis hijas, Florencia y Marina, lo que había producido durante esa jornada. Dice un refrán muy sabio: “Porque te quiero te aporreo”. Y bien, después de unos cuantos porrazos intelectuales propinados por mi familia, la novela se concluyó y fue entregada a mi editora. Y mi segunda novela, que es continuación de Vels, aprovechó el envión: el primer capítulo de Victoria en el infierno de las pesadillas vivientes fue escrito el 22 de julio de 2008, y pude terminarla dos años y medio más tarde, hacia fines de 2010. Con mi tercera novela, que se titula Macabra Artana y que estoy escribiendo en colaboración con Diana Biscayart, logré —logramos— un ritmo de trabajo de nueve horas semanales. Empezamos en febrero de 2010, hace un año, y ya estamos en la recta final con unas cuatrocientas páginas pulidas como para publicarse ahora mismo. Es una historia tremenda, una novela gótica que homenajea constantemente al género. Más no puedo contar. Pero lo cierto es que logré adaptarme al ritmo de trabajo que impone la novela como estructura de largo aliento. Y me gusta pensar que mi etapa cuentística fue un entrenamiento para esta plenitud narrativa que estoy viviendo ahora, libre de las demarcaciones que impone el relato.



4) ¿DE QUE TRATA SU NOVELA? ¿CÓMO SE LE OCURRIO? ¿CUÁL ES EL SENTIDO DEL TITULO? 

Según la reseña que publicó el especialista Matías Orta en la revista La Cosa, Vels es “un thriller impredecible, vertiginoso y aterrador”. En un intento por fugarse de sus respectivas “familias” —por llamarlas de algún modo—, Tomás y Victoria deberán enfrentarse con el mal absoluto. Tomás estaba harto de las amenazas y las palizas que le daban los adultos, pero jamás pudo sospechar que el máximo horror lo esperaba oculto en un parque de diversiones abandonado. En el fondo, como toda novela de supervivencia y aventuras, Vels trata principalmente sobre las relaciones humanas. Y no tengo ni idea de cómo se me ocurrió, aunque puedo asegurar que en ella se cuentan algunos hechos reales. Dolorosamente reales. Respondiendo a la última pregunta, el sentido del título es una ambigüedad totalmente voluntaria, si se tiene en cuenta el nombre de mi coprotagonista.


5) ¿POR QUE LOS PROTAGONISTAS SON NIÑOS? ¿QUÉ DIFICULTADES Y BENEFICIOS LE PLANTEA ESA ELECCION DE PERSONAJES? 

Lo único que tenía en claro cuando me puse a escribir la primera versión es que quería abrir un poco el panorama y llegar a un público infantil-juvenil. Por eso las cortas edades de los protagonistas, que por otra parte no se precisan con exactitud en ningún momento; y esto, por una razón muy sencilla: si le hubiera puesto a Tomás diez años, la gente me hubiese dicho que los chicos de diez años no hablan así; si le hubiera puesto once años, la gente me hubiese dicho que los chicos de once años no hablan así; si le hubiera puesto doce años, la gente me hubiese dicho que los chicos de doce años… bueno, el cuento de la buena pipa —me sucedió con la primera versión—. Por eso decidí que fuese el lector quien le pusiera la edad que piensa él que tienen mis chicos. Dicho lo cual, te cuento que la dificultad más grande que tuve fue encontrar un tono justo para el habla de cada personaje. Pero los lectores de las edades de Tomás, Victoria y los gemelos Pinoaga están encantados, dicen que “ellos hablan como nosotros”. Ahí me quedé tranquilo, pero fue toda una preocupación. Y aclaro que a los personajes no los elegí; fueron ellos los que me eligieron, y no al revés.


6) ¿SU NOVELA BUSCA CAUSAR ALGUN EFECTO EN EL LECTOR? 
 
 
Busqué atraparlo, mantenerlo hipnotizado durante algunas horas mostrándole cómo un chico cualquiera puede llegar a  convertirse en un héroe, tocado por la Gracia. Hay que diferenciar efecto de efectismo. En realidad, todos buscamos provocar un efecto en el otro, hasta cuando elegimos qué ropa ponernos para salir. Eso sí: a veces muchos salen a la calle hechos unos mamarrachos, y así obtienen el efecto contrario del que pretendían.


7) ¿CONSIDERA A VELS COMO UN PROYECTO TERMINADO O ESTA ABIERTO A UNA CONTINUACIÓN? 

Hablé recién de una segunda parte, que ya está escrita. Y hace unos meses se me ocurrió la base argumental para una tercera, que completaría la trilogía y que se titularía Victoria contra el horror del templo endemoniado. Bien Clase “B”, ¿verdad?


8) ¿LE GUSTARIA VERLA ADAPTADA A LA GRAN PANTALLA? 

Me encantaría, porque así se unirían en una sola obra dos de mis grandes pasiones: el cine y la literatura. Y pienso que Vels es una historia absolutamente peliculeable, y podría filmarse sin muchas exigencias de producción. Se necesitarían cuatro buenos actores preadolescentes —o tres, mejor dicho, si los gemelos Pinoaga son encarnados por un solo actor— y un experto en efectos especiales que le diera realidad cinematográfica al engendro, al horror sin nombre que se esconde en el Tren Fantasma de mi novela. Pero los escenarios son totalmente cinematográficos —o novelescos, mejor dicho—: un decadente barrio de pescadores, las playas interminables y plagadas de gente de Punta Mogotes, un bosque laberíntico y un parque de diversiones abandonado, que solo están en mi imaginación. Mi Mar del Plata es una Mar del Plata bastante siniestra. Te aseguro que a ningún turista se le ocurriría visitarla.



9) ¿EL EXITO ES EL ESPERADO? 

Sí, gracias a Dios. En las ventas vamos muy bien, y la gente está muy entusiasmada y pidiendo la segunda parte. La gran mayoría ha leído Vels en apenas horas, sin poder parar ni para descansar. Me han acusado de convertirlos en zombis al día siguiente, por no haber podido apagar la luz y dormirse sin terminar el libro. Incluso Vels se ha convertido en la primera novela que varia gente ha leído en su vida, y así su visión cambió: se enteraron de que la literatura no es un plomo. Cuando no es un plomo, claro está.


10) ¿DONDE PUEDE CONSEGUIRSE SU NOVELA? 

En cualquier librería del país, si es que queda todavía algún ejemplar en los anaqueles. Habrá que darse una vuelta cuanto antes y hablar con el librero amigo. Incluso Random House Mondadori lanzó hace poco la edición en e-book:
http://www.megustaleer.com.ar/ficha/9789500737180/victoria-entre-las-sombras-ebook



11) ¿CUAL FUE EL MAYOR PROBLEMA A LA HORA DE LA PUBLICACIÓN? 

No recuerdo mayores inconvenientes, a decir verdad. Más bien, todo lo contrario: como autor con varios años en el medio editorial, uno ya tuvo más de una experiencia que le enseñó a respetar los tiempos editoriales y a trabajar mancomunadamente con los editores. En ese sentido, quiero destacar el trabajo realizado por el excelente equipo de Random, que a fin de cuentas fue el que puso mi novela ante los ojos de los lectores.


12) ¿CUAL FUE EL MAYOR PROBLEMA EN EL DESARROLLO DEL ARGUMENTO? 

Hacer verosímiles las zonas en que aparece la abominación que ya mencioné en alguna pregunta anterior. Entroncar a semejante monstruo con el discurso “realista” de los primeros dos tercios de novela. Al parecer, lo logré: Juan José Capria, profesor de literatura, machazo y escritor, me dijo que logré aterrorizarlo en esos capítulos finales. Incluso me reveló que soñó de noche y todo. Bingo.

13) ¿ALGUNAS PALABRAS PARA LOS FUTUROS ESCRITORES QUE ESPERAN PODER PUBLICAR?

Que procuren formarse en el oficio, dedicándose todo el tiempo a leer y a escribir buenos libros. La primera aspiración de un pichón de narrador ha de ser la de contar una historia cautivante. Larga o corta, pero que agarre al lector de las solapas. Lo demás viene por añadidura. Y recordar lo del tango: la fama es puro cuento. Sólo existe el trabajo gozoso del río, que fluye a pesar de las rocas que se le interpongan: si es un río auténtico y caudaloso, tarde o temprano llegará al mar.



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